Merengues

1. Precaliente el horno a 140°C y forra dos bandejas planas para hornear con papel de hornear. 2. Separa los huevos en un bol grande y limpio, preferiblemente de metal o vidrio. Bate las claras hasta que formen picos firmes cuando se retire la batidora, pero la mezcla no debe verse demasiado seca. 3. Añade una cucharada de azúcar a las claras de huevo y continúa batiendo hasta que la mezcla vuelva a formar picos firmes. Agrega el azúcar una cucharada a la vez hasta que se haya usado todo y el merengue esté espeso y brillante. 4. Con dos cucharadas de postre, forma 16 merengues en forma de pelotas de rugby sobre el papel de hornear, dejando mucho espacio entre ellos. 5. Hornea durante una hora hasta que los merengues estén pálidos, dorados, crujientes y se separen fácilmente del papel de hornear. Abre ligeramente la puerta del horno y deja que los merengues se enfríen en el horno. 6. Mientras tanto, prepara el relleno de chocolate (ganache). Usa un cuchillo grande y afilado para picar el chocolate en trozos pequeños. 7. Vierte la nata en una cacerola pequeña y llévala a punto de ebullición. Retira la cacerola del fuego, agrega el chocolate picado, remueve la cacerola para ayudar a combinar el chocolate y luego revuelve hasta que esté suave. Vierte la ganache fuera de la cacerola y deja que se enfríe, se espesará al enfriarse. 8. Cuando la ganache se haya enfriado, úntala sobre la parte plana de la mitad de los merengues y luego haz sándwiches con los merengues. Para hacerlos un poco más lujosos, monta un poco de nata, luego coloca una cucharada encima de la ganache antes de hacer los sándwiches con los merengues.